sábado, 1 de marzo de 2008

II

Lo inefable.

Mira, hay muchas cosas que no se pueden contar.

Hay muchas cosas de esas que no se pueden contar que si se cuentan, no es para que las entiendas, sino para que las llegues a sentir.

A sentir.

Esa es toda mi ambicion.

Desde que por primera vez senti la sensacion que produce la plenitud muscular energetica que en el argot se denomina "congestion", mi unica idea fue su busqueda y su permanencia.

Me imaginaba una vida heroica de inusitada belleza, centrada en el cultivo de todo aquello queera espiritual unico y poetico, envuelto en un halo de dramatica conciencia de la inconsciencia de aquellos que no te pueden entender y es mas sencillo apostillar criticas y sanciones de todo tipo de consideracion, antes que atreverse a cambiar el continuo monotono.

A todo este retiro en el olimpo mental del asceta, le sumas la debilidad por la consideracion en el amar de hallar toda la belleza que se encierra en rozar con un pensamiento la eternidad que siempre te echa de la vida moderna como un vestigio de otra epoca.

El grandisimo problema de todo esto es que CADA UNO DE ESTOS PUNTOS, LOS HE CUMPLIDO HASTA SU FIN.

En mis ulyimos dias acabe enrolandome en un monasterio zen como monje heretico para alcanzar los ultimos limites del amor perfecto en libertad de la libertad.

A este estadio se le conoce como nirvana y supone el cultivo consciente tanto de el cuerpo como del conocimiento para alcanzar el vacio.

Mi unica patria y mi unica bandera es la vacuidad del alma que se deshace de ternura en cada dia y ante cada momento.

Las busquedas estetica y asteticas.

Hacer de la sala de meditacion un gimnasio y de la sala de pesas un templo o espacio de silencio, se ha convertido en mi seña.

Si de verdad te pudiera contar todo lo que sucede.

Son estados conscientes de plenitud inconsciente y consecuente que te eleva sin parangon con otras tecnicas.

En el hombre la medida del hombre y en el hombre su misterio.

La devocion por los actos de oracion de la espiritualidad del sentido que dormita en ti, en tu interior, sin medida, sin condicion, como calma infinita.

Eso es lo inefable y es esa mi emocion.


...no le busques sentido, no lo tiene.

maestro zen.

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